… que las deliciosas y aromáticas especias de la India eran montadas en camellos dorados que las transportaban por las delicadas dunas de arena y cielos repletos de estrellas. Tenían un encanto particular; se decía que su sabor y olor eran portadoras de la misma bendición ancestral que ha guiado a los viajeros desde tiempos inmemorables. Como si de una historia milenaria se tratara, nos recuerdan lo lejos que hemos llegado. 

Cuentan las

voces antiguas